Paisaje compuesto por una montaña como protagonista (que puede aludir al volcán del Teide) y por el que asciende un caballo de color blanco. La montaña aparece bordeada por esfereas blancas, que podrían rememorar al mar de nubes. A los pies de la montaña se encuentra el mar en tonos verdosos sobre el que se mece un velero con velas blancas. La obra se corona con un cielo en tonalidades violetas.
El fondo está realizado mediante pincel de estarcido o esponja en tonos ocres y violetas creando un fundido entre los dos colores. El fondo de la montaña también está realizado con la misma técnica, pero sobre esta tiene churreteados en tonos marrones. Sobre la montaña, está escrito el nombre de la obra mediante un esgrafiado y aparece un punteado en negro.
En la parte inferior, el mar mezcla tonos ocres y azules mediante frotados. Sobre este, el barco está hecho con pinceladas en marrón y ocre y su reflejo con líneas rápidas y finas en blanco.
Las velas del barco, las formas circulares y el dibujo del caballo están superpuestas al resto de la obra, en color blanco puro y con la técnica del estarcido y frotados.