Obra bidimensional de formato rectangular y disposición vertical en la que se representa una silla rota en medio de una habitación en ruinas.
El fondo de la obra está realizado mediante pinceladas gruesas y largas en diferentes tonalidades de marrones y blancos en las zonas de luz, generando fundidos de color. Tanto el suelo, como la silla representada, están realizados con mayor detalle, por lo que se han utilizado pinceladas más cortas y pequeñas, para generar los volúmenes de los objetos mediante fundidos. Destacando la utilización del blanco para realizar los aros de luz incidentes.