Carlos Villabón, logra captar lo esencial, éstos elementos nucleares, éstas líneas de luz. Y qué mejor que el agua de la que todos venimos y a la que todos vamos, como elemento del que se abstraen líneas fundamentales del movimiento, del fluir del mundo y de nuestra vida; ríos y mares nos reflejan, nos delatan. Pero en este artista, hay un elemento que perturba ésta armonía fundamental, hay algo generado por el hombre que distorsiona lo simétrico y constante, ese material omnipresente en nuestras vidas, ese recurso que nos salva y nos condena. Pero no se trata de hacer denuncias explícitas, no se trata de hacer campañas sociales o políticas, esa no es la labor de su obra. Su obra sobre todo sugiere, nos refleja, es el espejo más elaborado en el que vemos nuestras bondades y nuestras fisuras, lo sólido y lo líquido.
CONVENCIONES DE LUZ parte de un viaje del artista Carlos Villabon a lo largo de la cuenca hidrográfica del Rio magdalena, desde el nacimiento hasta su desembocadura y en puntos equidistantes. En sus pinturas rescata ecosistemas, figuras, pescadores, habitantes, animales que buscan sobrevivir, guiados por el flujo del rio y del mar, pero a la vez modificadores o determinadores de su movimiento, de su constancia, de su aparente armonía.