Inés Puyó (1906-1996), vivió y continuó sus estudios de pintura en las calles y talleres de París tras el cierre de la Academia de Bellas Artes a fines de 1928, que se convirtió en una beca para una treintena de alumnos y profesores. Su pintura de inmediato acusó recibo de este efecto de viaje, y su pintura desde este momento, y sus clases en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile insistirían en la enseñanza del dibujo y la pintura con una estética moderna: color agrisado, síntesis de la forma y la pincelada convertida en trazo veloz ayudan a figurar elementos muy abstraídos que nuestra memoria reconoce como el Parque Forestal y las composiciones de flores y florero.
Inés Puyó (1906-1996), vivió y continuó sus estudios de pintura en las calles y talleres de París tras el cierre de la Academia de Bellas Artes a fines de 1928, que se convirtió en una beca para una treintena de alumnos y profesores. Su pintura de inmediato acusó recibo de este efecto de viaje, y su pintura desde este momento, y sus clases en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile insistirían en la enseñanza del dibujo y la pintura con una estética moderna: color agrisado, síntesis de la forma y la pincelada convertida en trazo veloz ayudan a figurar elementos muy abstraídos que nuestra memoria reconoce como el Parque Forestal y las composiciones de flores y florero.