Elena Galarza (Santa Cruz de Tenerife, 1966) realiza un trabajo de introspección y pesquisa interior para el posterior registro en sus pinturas y dibujos. Unos relatos visuales en los que la calidez poética y onírica envuelve por completo a cada pieza de su obra, donde el deseo de evasión y regreso a la infancia perdida es más definido y rotundo. Así, Galarza navega sin rumbo fijo por los sentimientos de los sueños y de los cuentos más entrañables de nuestra niñez. "Véase, en los dibujos de Elena Galarza, esos trazos que parecen perfilar un rostro, aquí. Y, allí, un nudo - ¿es la yema de un árbol?- de rasgos densos, apretados. Casi, se diría, 'solidificados'. Y, más allá, el estallido, casi solar -como si cerrásemos de pronto los ojos bajo el sol-, de una fiesta. Lo que todos los dibujos de Galarza nos dicen, siendo inconfundiblemente suyos, es siempre algo distinto, como si la pintura viniera a mostrarnos, cada vez, su realidad al mismo tiempo visible e invisible. Su realidad, diría -sin el deseo de hacer un juego de palabras o de formular una provocativa paradoja-, 'invisible'. Por eso, en la obra de Galarza, lo visible remite siempre al misterio de lo invisible. Pero ese misterio sólo nos lo ofrece lo visible."
Andrés Sánchez-Robayna
* Obras de la Colección Artizar