En Aleaciones con memoria de forma Ximena Garrido-Lecca utiliza diferentes formas de metales industrializados, como el cobre o el bronce, para crear estructuras y textiles estampados hechos a mano. Desasociando el material de sus función contemporánea como conductor eléctrico, Garrido-Lecca intenta devolver los metales a las prácticas artesanales y manifestaciones culturales de épocas anteriores.
La calidez que caracteriza el trabajo artesanal de los textiles choca con la naturaleza industrial del material, proyectándose en la tensa historia del colonialismo. El uso del metal como materia prima para discutir formas tradicionales de trabajo sugiere una reapropiación de los recursos naturales, alejándolos de la industrialización y adquiriendo una dimensión simbólica. Como sugiere el título, las propiedades físicas de estos metales, desde su conductividad y maleabilidad hasta su capacidad para formar una “aleación de memoria de forma” (un metal que vuelve a su forma original cuando se expone a ciertas condiciones) están poéticamente vinculadas a la memoria cultural.