"Doubts Even Here" de Movement de New Order
"Equinoccio de otoño" representa una reflexión visual sobre el ciclo natural y nuestra conexión, muchas veces inconsciente, con él. El equinoccio de otoño marca un momento de perfecto equilibrio entre la luz y la oscuridad, lo masculino y lo femenino, un momento en el que el día y la noche se equilibran antes de que la naturaleza comience su transición a la sombra.
En estas obras, el rojo brillante, presente sólo en algunos detalles, contrasta con una paleta de colores más apagados y desaturados, dominados por grises, blancos y negros. Si bien mantienen la abstracción típica del artista, las obras evocan un sentimiento de anticipación, reflejado en los colores y formas utilizadas. Estos tonos, que para 108 representan elegancia, confort y paz, recuerdan la transición otoñal, en la que los tonos vibrantes del verano dan paso a una delicadeza cromática más suave e introspectiva.
El negro, elemento esencial en el arte de 108, sigue siendo el pilar fundamental, un símbolo de la introspección y de esa parte más profunda e invisible del ser. Para el artista, este color transmite mejor la fuerza y el impacto necesarios para expresar la complejidad de su visión artística.
El acto creativo de 108 está profundamente ligado a la música y las matemáticas, con un proceso que recuerda una composición musical: cada pincelada es como una nota, y cada pintura se desarrolla como una melodía. Esta fusión entre música y pintura transforma cada exposición en un ritual, una celebración de los ciclos y estaciones naturales, en un intento de acercar al hombre moderno a las fuerzas primordiales de las que se ha distanciado.
Entre las obras expuestas, un cuadro particular destaca por su complejidad emocional: "Doubts Even Here", título de una canción de New Order, fue el más sufrido durante su creación. El artista siguió modificándolo sin cesar, reflejando sus incertidumbres. Esta obra está imbuida de referencias psicológicas y mitológicas. Aquí, la figura de Apolo representa la racionalidad, a menudo fuente de conflicto con la irracionalidad, que Bisagni asocia con Dioniso.
En el cuadro emergen dos letras, A y B, como reflexión sobre la asociación de Apolo con Beleno, divinidad celta continental venerada sobre todo en el norte de Italia, tierra natal del artista (Piamonte). Los topónimos de la región aún conservan vestigios de esta figura mitológica. Durante el proceso creativo, Bisagni escucha podcasts, toma notas y deja que estas conexiones influyan en sus obras, mezclando pensamientos, símbolos y sugerencias culturales.