Obra bidimensional de formato rectangular y disposición horizontal que representa dos calaveras enfrentadas besándose, quedando éstas de perfil al espectador. Ambas, de tonos blanquecinos y grisáceos, destacan por tener una cuenca del ojo resaltada con trazos de color naranja formando el ojo propiamente, como si éstas cobraran vida, así como una de ellas presenta decoración floral en un extremo del cráneo, correpondiendo éste al lienzo, que justamente es un mantel de cocina floreado. Dichas calaveras parecen formar parte del fondo, conformado por figuras geométricas irregulares en tonalidades azuladas, verdosas y amarillas. A su vez, toda esta composición se presenta enmarcada por una visagra de color negro que parece aludir a un doble juego en el que las calaveras pudieran estar en el borde de una ventena, ó bien, formando parte de una composición de carácter geométrico que recuerda a las vidrieras unidas mediante barras de plomo.
La pintura se ha aplicado mediante esfumados, fundidos y esgrafiados. El fondo de la pintura está realizado con formas geométricas pintadas con esfumados y fundidos cubrientes dados con pincel plano en múltiples direcciones. Las líneas de dibujo, los números y el texto están realizados con trazos continuos dados con varios un pinceles finos. En la ejecución de las calaveras se ha utilizado esfumados menos cubrientes que dejan a la vista el motivo estampado del soporte. Por último el borde negro de la figura está esgrafiado con una herramienta fina y puntiaguda y trazos irregulares.