Obra bidimensional de formato rectangular y disposición horizontal en el que se representa un paisaje de plataneras. Sobre un fondo negro con manchas geométricas en colores claros que nos recuerdan a los muros de las grandes plantaciones de plataneras, se representan cuatro tabas de surf apoyadas. Toda la parte inferior de cuadro la ocupan varias hojas de plataneras de un verde muy intenso.
La obra está realizada con dos tipos de técnicas de aplicación de la pintura. Por un lado hay uso de planos de color uniformes, dados en tonos grises y amarillo y con la mancha opaca y el contorno delimitado. Por otro lado los tonos verdes están trabajados mediante fundidos que siguen la dirección de los volúmenes de los motivos vegetales representados.