“No existe elemento de la naturaleza más colorido que un arcoíris, y con ello invito a la reflexión sobre nuestra limitada existencia y la importancia de actuar ya que, en cualquier momento, nuestro tiempo se puede acabar. La interpretación de los colores dependerá de cada individuo, sin embargo, la alegría que emana esta obra es suficiente para ver con optimismo el futuro y nuestra oportunidad de ser mejores cada día.”

Bomba conformada de 19 cartuchos metálicos de explosivos con los 7 colores del arcoíris conectados con cables blancos a un reloj despertador análogo de campanas cromado, encapsulada en su totalidad en resina transparente boleada, lijada y pulida a mano.