La ronda (2019)
«Elvira realiza superposiciones de tomas de lugares distantes, exposiciones dobles o triples, con el fin de darle cuerpo a un encuentro imaginario. Establece este procedimiento para una serie intimista, en diálogo con el desvelo. Ella misma y su espacio privado devienen sujetos de reflexión. El dormitorio es su estudio; la cama, el gran objeto a fotografiar. La escena se completa con imágenes traídas del afuera. Elvira les da cabida en su colchón. Lleva a la cama un circo y atiende una visita bizarra. Lleva a la cama una guirnalda de luces y arma una fiesta. Lleva a la cama una terraza y baila por los techos. Lleva a la cama un horizonte de agua y cielo: imagina al Paraná susurrando algo parecido a una canción de cuna.» (Andrea Ostera, Texto de sala, 2019)