Obra bidimensional de formato rectangular y disposición horizontal. Escena de carácter onírico y alegórico de las batallas de Don Quijote, siendo éstas alentadas bajo el recuerdo de su amada Dulcinea del Toboso. Así también recuerda a la leyenda de San Jorge y el dragón. Composición triangular en la que observamos de izquierda a derecha: rostro de una doncella de piel pálida y cabellos rubios que se acaban diluyendo en lo que parece una laguna y que enmarca, a su vez, la escena principal protagonizada por un caballero medieval sobre su corcel blanco luchando contra un dragón. Dicho caballero medieval se sitúa en el vértice derecho de dicha composición, mientras que el dragón se sitúa en el vértice central. La figura del caballero destaca por un haz de luz que parece provenir del fondo, y que contrasta a su vez con la oscuridad de lo que parece la cabeza de un vencido flotando sobre el agua de la laguna. La tonalidades claras de la dama, en tonos beige y amarillo y el haz de luz que ilumina al caballero medieval, contrasta con el resto de figuras, de trazos oscuros, predominantemente negro y el fondo de la composición en diferentes tonos de azules, predominantemente oscuros y de trazo grueso.
La obra presenta una textura que no corresponde con las pinceladas de la pintura, por lo que se refieren a la capa de preparación, la cual ha sido dada mediante espátula dejando todo tipo de marcas y relieves. Sobre esta capa de preparación se pintó un fondo en tonalidades azules y violetas oscuros creando fundidos de color; destacando, con colores más luminosos, las figuras representadas. Las figuras se han realizado con pinceladas más finas creando difuminados resaltando algunos detalles en negro. El borde del soporte se encuentra pintado en color dorado.