Obra bidimensional, ligeramente cuadrangular y disposición vertical, que representa una figuración de naturaleza árida en la que toma protagonismo un árbol, cuya copa destaca por sus tonalidades verdosas y por el movimiento de sus hojas, sobre un firme pero delgado tronco. A su vez, dicho árbol destaca sobre un marco realizado sobre el mismo lienzo de madera, provocando una especie de efecto de cuadro sobre cuadro, como si de una ventana se tratase.
La obra está compuesta por la unión de un lienzo industrial a un marco de madera mediante alambre en las cuatro esquinas, quedando un hueco entre ellos de separación. Presenta un granulado por toda la superficie aparentemente de una capa previa de imprimación. Sobre esto, se ha pintado el conjunto mediante una franja superior en tonalidades azules y un fondo en tonalidades naranjas mediante pinceladas finas y cortas creando fundidos de color en estas tonalidades. En el centro destaca la figura de un árbol, con textura por la carga de pintura, donde la copa está realizada con pinceladas finas y ondulantes y el tronco en color negro.