Obra bidimensional en formato cuadrangular y disposición vertical, que representa la instantánea del rostro de Don Quijote en plena acción de batalla con su lanza y enfrentádose al espectador. Parece recordar los planos cinematográficos subjetivos. Dicho rostro se presenta con su armadura y en tonalidades grisáceas en torno a un marco de tonalidades color vino.
El fondo está resuelto en negro con una gran mancha opaca aplicada uniformemente, al igual que sucede con el rosa lateral del bastidor. La pintura de la figura está aplicada con esfumados alargados y difuminados entre sí, especialmente en el rostro y cuerpo. Destaca el uso de la pintura enmascarada para hacer la transición entre el centro de la pintura y los bordes.