Escultura exenta de bulto redondo de carácter ornamental y temática abstracta, compuesta por cuatro barras verticales sobre ruedas, colocadas de manera cuadrangular y que sostienen una techumbre metálica con el aspecto de un cojín. En una desus barras presenta un pequeño caracol situado en sentido vertical. Dicha obra se presenta con la coloratura verdosa propia del bronce al contacto con el clima al aire libre.
Obra realizada en bronce, donde se observa una figura rectangular a modo de cojín, mediante dos planchas, por lo que su interior queda hueco. De las esquinas bajan cuatro varillas, que finalizan con cuatro circunferencias simulando ruedas. Las diferentes piezas de la obra se han soldado entre sí. Presenta una pátina generalizada por la corrosión del bronce, en tonalidades verdes.
El origen de la obra es debida a "la obligación de destinar en los contratos de obras públicas una partida de al menos el 1% a trabajos de conservación o enriquecimiento del Patrimonio Histórico Español o al fomento de la creatividad artística, con preferencia en la propia obra o en su inmediato entorno" siendo el arquitecto José Manuel Hernández Gómez