Obra bidimensional en formato rectangular y disposición vertical en el que se representa un bodegón floral compuesto por girasoles. Predomina la línea curva y los trazos gruesos que parten desde el centro de la composición hacia los extremos en tonalidades amarillas, naranjas y rojizas. (Parece un homenaje a Los Girasoles de Van Gogh).
En la ejecución se ha utilizado grafito para las líneas elementales del dibujo. En la parte inferior se ha aplicado la acuarela bastante diluida sobre el soporte húmedo. En el resto de la composición se ha utilizado pinceladas largas y onduladas dadas con pincel de punta redonda. Finalmente, hay una de mezcla de colores por superposición de veladuras.