Franck Gabarrou (Montmorency, 1993), pinta con gesto rápido, bruto y espontáneo. Su colorida pintura está cargada de nostalgia de otros tiempos cuando aún se pintaban paisajes y bodegones para representar la belleza que nos rodea.
Sus dos grandes pasiones, la literatura y el ciclismo, son temas recurrentes en sus obras, además de los retratos, imperfectos al igual que la vida que no es perfecta. Sobre todo Gabarrou es un artista honesto y sincero, lo cual es de valorar en los tiempos que corren.
El joven Franck Gabarrou ha llegado a Yoko con una exposición de 60 obras y, después de verla, nos ha quedado claro el porqué de su fulgurante carrera.
