Representación de la Virgen María sin los atributos propios de la Virgen María (bola del mundo, media luna, sin el niño...) Vestida de blanco y azul, en actitud orante y rodeada por cinco angelotes
La obra presenta una línea o dibujo más definido en las carnaciones de la Virgen y de los angelotes mientras que en el manto y fondo predomina el uso de la mancha. En todo la composición se aplica el óleo con fundidos y con alguna veladura que difumina el fondo.