Paisaje natural de las Cañadas del Teide, en el que se aprecia un relieve rocoso con vegetación de alta montaña, siendo las retamas las protagonistas de la escena. La luz es matinal.
Obra donde destacan los impastos con pinceladas cortas y gruesas. Fondo en tonalidades azules y ocres creando fundidos. En el centro de la obra trazos en restregados verdes generando volúmenes con diferentes tonalidades y detalles en amarillo. En primer plano pinceladas cortas y rápidas con carga en tonos azules y rojizos, resaltando dos zonas en amarillo y ocre aplicados con punteados y restregados.