Fernando de Ana nos presenta en “ELLAS” sus retratos de mujeres libres, caóticas, sexys, audaces, apasionadas e irreverentes, incitándonos a exclamar “Somos chicas, estamos locas” con un denominador común: el poder del sentido del humor y lo absurdo, incluso en situaciones cotidianas, paranoicas, adversas y complicadas.
Después de haber paseado sus anteriores trabajos por los mercados de Asia y América, el artista se reencuentra con su origen y pasión: la pintura figurativa. A través de colores chillones y estridentes, envuelve historias cotidianas que oscilan entre lo divino y lo humano.
La expresión del lenguaje (she/her/they) rompe fronteras de lo políticamente correcto y crea canales de comunidades afines, refugiándose en espacios seguros que se activan desde la diversidad y dando la bienvenida a una generación despojada de estereotipos. Como espectadores, nos encontramos prácticamente como intrusos en su intimidad sin tapujos. El artista, como si de musas se tratase, las inmortaliza y a su vez las libera, retratándolas en escenas cotidianas restringidas (o canceladas) a lo largo de la historia.
Las mujeres de Fernando de Ana no piden perdón, tampoco piden permiso.
Los títulos nos conducen hacia la cotidianidad de diálogos habituales y 2.0, rebosantes de confianza entre las compinches protagonistas, que van de la banalidad a la vulgaridad sin pagar peajes, todo de una manera caótica y descarada. Como diría la filósofa PSM, “No estoy loca, lo que estoy es hasta el coño”.
El trabajo de De Ana nos introduce en un fascinante mundo psicológico y complejo y nos permite reflexionar sobre los límites del patriarcado, documentando la miríada de factores sociales, culturales, económicos, raciales y políticos que afectan la vida de las mujeres hoy en día.
Una exposición que rinde homenaje a mujeres como tú, como yo y como ellas, que con su desparpajo, ironía y sarcasmo han desafiado las normas establecidas, creando un mundo surrealista donde la diversión y la admiración van de la mano.