Distante de los radicalismos estéticos, su lenguaje pictórico se centró en la conjunción armónica de las formas y las idea. El realismo de Olmos no está matizado por el idealismo clásico, sino, más bien por la expresividad de la forma y los colores. Olmos, nos hace participes de todas las formas, colores y hasta del sabor de nuestro Valle Central, en la representación de nacimiento del niño Jesús.
Distante de los radicalismos estéticos, su lenguaje pictórico se centró en la conjunción armónica de las formas y las idea. El realismo de Olmos no está matizado por el idealismo clásico, sino, más bien por la expresividad de la forma y los colores. Olmos, nos hace participes de todas las formas, colores y hasta del sabor de nuestro Valle Central, en la representación de nacimiento del niño Jesús.