La pintura de Sergio Gómez no busca complacernos con equilibrios ni composiciones evidentes. Nos reta. Nos invita a detenernos en esos rincones que nuestra mirada ignora de forma instintiva: en las zonas grises, en las manchas que parecen errores o accidentes. Manchas que podrían haber sido ocultas, borradas, pero que persisten en su lugar, desafiando al espacio pictórico tradicional. Sergio Gómez desplaza nuestra atención hacia esos márgenes, esas zonas ambiguas donde el cuadro respira otra intensidad.
La exposición No- jardín es la primera exposición individual de Sergio Gómez en la galería. El No-jardín que nos presenta Sergio Gómez para las salas de la galería, se articula a través de diferentes series, que funcionan como secciones de un jardín. Cada una funciona como un estrato de esta metáfora pictórica, revelando nuevas capas, desde las raíces ocultas donde germinan las ideas hasta las superficies donde éstas florecen. Aquí, lo que no se ve es tan importante como lo que se muestra; lo que queda bajo tierra, como en el jardín, sustenta todo lo demás.